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Tolkien

Publicado por Trablete a las 14:03 en , ,
En estos días me estoy releyendo El Señor de los Anillos. Es la edición en un solo tomo ilustrada por Alan Lee. Para no estropear la sobrecubierta, la he quitado mientras me lo leo. Ya me pasó con el anterior, la edición de Círculo de Lectores, que la sobrecubierta acabó con las puntas estropeadas. En aquel momento, me pareció una buena idea compensarlo realizando una copia de la sobrecubierta sobre la cubierta:


Sigamos hablando de la edición de Minotauro. La cubierta está grabada en el lomo con el título, autor, ilustrador y editor, mientras que la portada contiene únicamente el símbolo formado a partir de las iniciales de Tolkien:

El símbolo en cuestión

Pinhead siempre está al acecho

He ido familiarizándome con él a medida que avanzaba con el libro. Un día, copié el dibujo y, quizá influido por la idea de recopilar los momentos más gays del libro, lo pinté hacia adentro con líneas paralela color fresa y chocolate. Como me gustó lo de las paralelas, le hice unas cuantas más hacia afuera:


Mientras hacía las líneas, pensaba en lo fácil que sería hacer esa tarea con el comando equidistancia de AutoCad (si has pensado algo como equidistancia... hace años que se llama desfase...  es que eres un dinosaurio.dwg). 

Dos cosas acerca de este dibujo:
  1. No pude resistirme a poner las palabras más repetidas por Sam en el libro
  2. El símbolo, así dibujado, parece un elefante aprensivo, como Tántor

Quise hacer una versión del símbolo más vigorosa, e hice el siguiente dibujo:


Ahora está sombreadito y mono, porque sale aquí, pero en aquél momento eran unos rayajos que maldefinían el contorno. Con este dibujo comenzaron los comentarios de El primero vale, pero ya se te está yendo de las manos. También me di cuenta de que no me había quedado contento con el resultado, así que hice el siguiente:


Es el más equilibrado. Es grueso y vigoroso, es el dios de los elefantes de mirada radiante y cabeza en llamas. Aquí debería haber terminado esto, pero intuí que, a mayor grosor, mayor contundencia y vigor, e hice el siguiente:


No está mal, pensé . ¿Qué tal si incrementamos más el coeficiente de achaparramiento? Pensé que lograría el no va más del impacto visual, pero lo que logré fue esto:


Y fue cuando sospeché que me había metido en un callejón sin salida, como cuando estás reduciendo una expresión y llegas a resultados tipo x = x. Así que paré de hacer dibujos del símbolo de Tolkien. La especie de carrete de la parte inferior fue un intento de dibujar una rueda de mechero de esas hexagonales. Ya estaba ahí antes; casi se le puede oír diciendo: Antes... todo esto era blancura.

Nota para los lectores del libro: ¿te gusta la historia, pero te parecen un tostón un poco pesadas las numerosas canciones que lo pueblan? He encontrado la solución para hacer más llevaderos dichos pasajes: se trata de leerlas mientras tarareas mentalmente la canción del Cola-cao. Inexplicablemente, casa con la métrica élfica en la mayoría de los casos. Así, te lees la canción, que a veces dicen cosas relevantes, y mientras, te echas unas risas.

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Ropa para serpientes

Publicado por Trablete a las 19:42 en , ,
¿Se han visto alguna vez con la oportunidad el problema de vestir a una serpiente? ¿No? Yo tampoco, pero si he contemplado los problemas teóricos de dicha actividad.
Salvando el hecho de que las serpientes no necesitan abrigo (tampoco los perros), nos centraremos en lo más importante, que son las diferencias anatómicas con respecto a lo que estamos acostumbrados, esto es, la ropa para humanos. Algunos humanos pueden calificarse como serpientes, pero no cuentan porque, a diferencia de los humanos, las serpientes:

  • No disponen de extremidades transversales a su eje longitudinal. Esto parece una obviedad, pero elimina un detalle importante: los hombros. Las serpientes lo tienen difícil a la hora de expresar incertidumbre porque no pueden encogerse de hombros. Es un prerrequisito fundamental disponer de al menos uno. Tampoco pueden ponerse camisas o similares con agujeros para meter los brazos.
  • De lo anterior se deriva que tampoco tienen piernas. Se puede considerar la cola para funciones de extremidad inferior, tal y como viste la serpiente que ha servido de origen para esta historia, el locutor de las Zoo Olimpiadas:


  • Al igual que con los brazos, sin dos piernas tampoco pueden llevar pantalones, ropa interior, o cualquier prenda con dos agujeros para las piernas.
  • No tienen orejas ni nariz, cosa que impide llevar gafas, ni siquiera como las de Morfeo en Matrix.
  • Y como tampoco tienen tetas, se han librado del sujetador. Además, se le caería. Recuerda, no tienen hombros.
Teniendo en cuenta lo anterior, las prendas que puede llevar una serpiente, de la cabeza a los pies, este... la cola, son las siguientes:
  • Sombrero. Bien ceñido. Si es con cordelito bajo la mandíbula, mejor.
  • Pasamontañas. Suena un poco raro; quizá quieres atracar un banco, te llevas a la serpiente para intimidar, y no querrás que desentone.
  • Diadema. Para no sé qué pelo, pero por poder pueden ponérsela.
  • Monóculo. Solo para las serpientes de alta alcurnia.
  • Bufanda o pañuelo. Tiene que estar anudado, para que no se le caiga.
  • Corbata o pajarita.
  • Gargantilla o pulsera ceñida... No adelantemos acontecimientos.
  • Capa. Amarrada, por supuesto. Una visión desconcertante, una serpiente con capa...
  • Vestido o camisa tipo palabra de honor. Aunque no tenga tetas, puede ser ceñido y así no se les cae.
  • Corsé.
  • Cinturón. Casi todo hebilla, en la mayoría de los casos.
  • Falda. Ceñida, al menos en la cintura que, por cierto, tampoco tienen.
  • Un calentador. Para recordar los 80, nada mejor que una serpiente con un calentador.
  • Una media. Para dedicarse al latrocinio, se la pueden poner en la cabeza.
  • Un calcetín.
  • Un zapato o similar.

Aunque menos de la mitad de las prendas son exclusivamente femeninas, nos encontramos con más problemas a la hora de vestir de gala a una serpiente si ésta es macho. Se compondría como mucho de:
  • Sombrero
  • Corbata, pajarita, bufanda o foulard
  • Capa. Creo que cualquier serpiente con capa se parecería a Ramón García partiendo el año.
  • Calcetín 
  • Mocasín
Mientras que, en el caso femenino, disponemos de más variedad:
  • Sombrero, más bien pamela
  • Diadema, para cuando se quite la pamela (no sé con qué brazos)
  • Gargantilla
  • Vestido. Con esto solo, ya es fácil.
  • También sirve ponerle corsé y falda.
  • Zapato de tacón alto.

Así que, ¡Diseñadores de moda! ¡empleados con ocupaciones absurdas! Ya no se quedarán mirando a su jefe con ojos de rana cuando les espeten algo como ¡Martínez! ¡Necesitamos para el lunes un dossier con una línea de ropa para serpientes! De nada.

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El Dormilón

Publicado por Trablete a las 23:50 en , ,
Hace unos diez años, mi cuñado era un niño pequeño, y guardábamos la esperanza de meterle el gusanillo por la lectura. Así que volvimos de una feria del libro con tres libros de esos en los que predomina la ilustración. Se trataba de la serie de Los Kosmys, de Jean-Pierre Lamérand:

    1. Los Kosmys, de presentación de la serie, en la que un señor viaja de planeta en planeta, encontrándose con criaturas un tanto extravagantes. Aquí presentan a la mayoría de los personajes que encontraremos en los otros dos libros.
    2. Los Kosmys y el planeta de los sueños, en el que llegan a un planeta con una especie de osito de extrañas pautas de sueño y alimenticias.
    3. Los Kosmys y el monstruo de las dos cabezas, en el que la pandilla le resuelve los problemas a un monstruo con cabezas en sendos extremos de su aparato digestivo.

El segundo libro contiene un personaje,  El Dormilón, que es mi ídolo. Se trata de un osito que va por ahí con una manta arrollada a su espalda, y un despertador de increíbles poderes:


Cuando llega la hora, el despertador suena de esa guisa. Al Dormilón se le desenrolla la manta para dormir cómodamente, y se acuesta a dormir. A los que le rodean también les hace efecto, y se acuestan a dormir todos:


Cuando termina el momento de dormir, el despertador suena de nuevo y los despierta a todos. Esto, de por sí raro, palidece frente al otro posible estado del despertador: 


 El despertador tiene cuatro estados, uno para cada comida del día:


Cuando toca comer, vienen del aire una especie de conejos voladores de color rojo (los Pelotillos), propulsados con sus orejas, con bandejas de comida, que ofrecen alegremente a todos los que por allí se encuentran. 

¿No estás deseando hacerte amigo del Dormilón y adoptar su estilo de vida? Cuando leí el libro, me convencí de ello, para luego matizar un poco: falta el sexo. Aquí ya será a gusto de cada uno, pero mi opinión es que queda mejor después de cada período de sueño. Piensen: sexo mañanero todo el día, comidas regulares y variadas que no tienes que preparar, y siestas por doquier. 

Pero claro, esto es un libro para niños, y no se les puede revelar todo eso por ahora; ya se les ocurrirá a ellos con el tiempo.

Cuando compramos los libros, no tenía ni cámara, ni escáner ni blog, y había que conservar alguna prueba gráfica del asunto del Dormilón, así que hice un par de apuntes:


Abajo, a la derecha, se ve un Pelotillo llevando comida a las órdenes del despertador. Esto era lo único que tenía para hablar a la gente de este simpático animalillo, hasta las pasadas vacaciones de navidad. Buscando algo que leer en casa de mi suegra, aparecieron por allí los libros, y saqué fotos. 

Los libros dan, a lo largo de las ilustraciones que lo pueblan, la sensación de que el ilustrador tiene conocimientos de expresión gráfica en ingeniería; refleja bastante bien el funcionamiento de ciertas máquinas, y se destapa completamente con la sección longitudinal del monstruo de dos cabezas, en las que aplica un rayado en diagonal a las partes en sección. No he encontrado ninguna referencia al autor que me diga si tiene alguna actividad técnica aparte de la de ilustrador. A saber.

   
Buenas noches.

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Paseando el lápiz

Publicado por Trablete a las 18:00 en ,
Cuando tengo un rato, lápiz y papel, suelo dibujar. Y cuando además hay gente alrededor, suele repetirse el siguiente diálogo:

El otro humano: ¿Qué estás dibujando?
Yo: Nada, paseo el lápiz.

Como involucrarse en un gran dibujo requiere planificación, encuadre, elección de materiales, etc... suelo recurrir al dibujo de cositas no muy grades que dan para divertirme un rato sombreando. Por ejemplo:


Para esta imagen y sucesivas, se aceptan preguntas específicas sobre qué es cada cosa. Este dibujo fue en interiores, pero no siempre ocurre así. En la guagua de camino al trabajo, hice el siguiente dibujo:

  

El dibujo comenzó con la línea superior del cono situado más arriba, la que tiene doble trazo, y lo terminé con la sombra del árbol.

Esperando en un banco del campus de Guajara. No estoy seguro de si es mi primer dibujo recurrente / fractal:



De Guajara tengo varios dibujos más, de sus elementos arquitectónicos, jardines, mobiliario e incluso un plano de planta que copié del que estaba en la pared. La espera no era taaan larga como para ponerme a hacer un levantamiento de la distribución. En ese dibujo me incluí, pero como un punto tipo Está usted aquí. Quizá fue en esa ocasión en la que pinté sobre el mapa "Yo estoy aquí. Voy a bajar. Vigilad si el punto se mueve" como en aquel capítulo de Los Simpson que...

También utilicé el dibujo como sustitución de la cámara fotográfica. Un día hice con mi serpiente de rubik una forma que me recordaba al personaje de un videojuego, y allá fui a hacerle un esquema:




La geometría es una parte importante en mis dibujos,  como apoyo y como fin:



La escalera está trazada en perspectiva militar. Cuando nos explicaron todas las perspectivas, ésta era la que menos me gustaba, pero tiene sus momentos. Respecto al esquema de arriba a la izquierda, creo que lo hice mientras hablaba con alguien de emulsiones.

 

Aún no me he quedado contento con el aspecto que toma esa especie de espagueti en torno a un cilindro. En ocasiones, vuelvo con ellos.

Cuando estaba en el Colegio Mayor, a la hora de las asambleas, la gente se hacía la remolona para presentarse a secretario de actas y terminaba haciéndolo yo. Ni que decir tiene que salía de cada asamblea con más dibujos:

  

En ocasiones a menudo la gente se repetía, con el esquema "Yo opino lo mismo que x, pero añadiendo tal y cual". Y como soy capaz de dibujar y escuchar al mismo tiempo, todos ganamos. Hay gente a la que no se debe dar eso, a juzgar por la sorpresa que muestran cuando levantas la mano para preguntar, mientras dibujas con la otra.  

En aquella época, se estaba planeando celebrar un concurso para poner un mural en el comedor, que tenía una pared enorme y vacía. Acababa de llegar de marcha, y me lo contaba el becario de portería. Y allí mismo le hice el siguiente boceto:

 

Y es que Ramiro, el cocinero se pasaba un poco con la sal. Creo que el dibujo no hubiera sido de su agrado. En la puerta del comedor había un cartel con un cocinero esquemático y un texto que rezaba: "En esta cocina sólo se sirve salud", en letras rojas sobre fondo blanco. Y, como anónima protesta, fui una noche con el Tipp-ex y borré las dos últimas letras.

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Vida extraterrestre

Publicado por Trablete a las 10:27 en , ,
¿Recuerdan al extraterestre que apoyaba a la selección española y gustaba del body-painting?













¿De dónde viene? El sentido común nos dice que ocurrió extendiendo una mezcla de dos colores al azar, pero no es verdad. He descubierto sus quehaceres diarios. Me lo dijo un Staedtler Triplus HB

Veamos:

Uno de ellos a punto de entrar en su trabajo.


Una cría jugando en un parque.


Típica foto de la familia en vacaciones. Ocurre hasta en las mejores familias.

Parecen ser una sociedad pacífica, como cualquier humanidad de vecino. Lo primero que salta a la vista es la carencia de extremidades, excepto ese apéndice trasero. Habrá que ver cómo se las arreglan ¿Uso de la boca, telequinesis, o la habilidad de Bob Oblong?


En los capítulos, se le ve sentado a un sillón leyendo un periódico ¡y pasa las páginas!


Sección vertical de un individuo.

Como vemos en esta sección, el apéndice trasero cumple una función excretora; el espécimen que gustaba del body-painting nos estaba ofreciendo un desnudo integral. Se aprecian sus órganos internos, de funcionamiento ignoto. 
Vemos que su vestimenta, aunque escasa, siempre cubre el extremo de su apéndice trasero, quizá por cuestiones de higiene. Como decía, parecen una sociedad pacífica, con sus familias, sus trabajos, sus problemas y sus turistas a otros planetas.

Mi Propio Pastito Interior