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Acuarelas
Hace un tiempo que me he puesto con el asunto de las acuarelas, así como en serio. Como en broma, ha sido en alguna que otra ocasión en la que he pintado con témperas, porque me encontraba más cómodo con la pintura muy diluida. Entre aquello y las acuarelas no había mucha diferencia.
Unas navidades, se nos ocurrió que podríamos resolver algunos regalos de navidad regalando unas acuarelas a mi madre y a los padres de mi suegra. En el primer caso lo tenía claro, su flor favorita era el clavel. Clic, clic, clic, foto de clavel, imprimir, esbozar, y a pintar:
En el segundo caso, se me ocurrió un cuadrito a partir de una foto que había hecho de una casa que tienen en el campo. Quedó más o menos bien; refleja lo que había bastante bien, pero no me quedé muy contento. Quizá me pasé aguando. Lo importante es que empecé a cogerle el tranquillo, y que gustó a los abuelos, claro.
Luego, fui dándome cuenta de que quedaba bien hacer manchas, y luego perfilar. Para Marzo elegí una foto de un lagarto tomando el sol en el barranco de Afur:
Rosas a punto de abrirse a la entrada de casa. El cuadro mejoró mucho perfilando los nervios de las hojas de parra. La teoría es que debía hacer las hojas como las de la izquierda, pero había que pensar demasiado dónde dejar las zonas de color claro. En ese caso estaba bastante claro por dónde hacerlo, pero en las otras no tanto:
Espiga de trigo chupandocámara cuadro. Photobombing vegetal:
Cuando termino de pintar, suele sobrar pintura. Aquí pueden pasar dos cosas: Que se quede por ahí, y que se seque, tal que así:
O que me dé un poco de pena, y termine pintando en cualquier lado, como por ejemplo en la parte trasera de una bandeja de cartón de pastelería:
Lo último que he hecho ha sido para echarnos las risas con un colega que es una mezcla de Batman (no Bruce Wayne, para eso hace falta ser millonario) y Vimes, de la Guardia de Ankh-Morpork.
Un día, relatando a unos colegas alguna de sus hazañas, me vino a la cabeza una mezcla de la BatSeñal y la inicial de su nick. Como en ese momento estaba fregando los platos, lo dibujé con el dedo mojado sobre la encimera. Viendo que prometía, me sequé las manos, y lo hice a lápiz:
Posteriormente, queríamos hacerle un regalo, y como él es de Bilbao, compusimos entre mi mujer y yo una vista de la ría en la que integrarla:
Por ahora, la manera que me resulta más cómoda es pintar usando una foto, tranquilito en casa. Tengo una idea clara acerca de mí cuando me jubile, y es la de yo pintando acuarelas en un parque. Ya veremos en qué termina todo esto.
Unas navidades, se nos ocurrió que podríamos resolver algunos regalos de navidad regalando unas acuarelas a mi madre y a los padres de mi suegra. En el primer caso lo tenía claro, su flor favorita era el clavel. Clic, clic, clic, foto de clavel, imprimir, esbozar, y a pintar:
En el segundo caso, se me ocurrió un cuadrito a partir de una foto que había hecho de una casa que tienen en el campo. Quedó más o menos bien; refleja lo que había bastante bien, pero no me quedé muy contento. Quizá me pasé aguando. Lo importante es que empecé a cogerle el tranquillo, y que gustó a los abuelos, claro.
Mi mujer, viendo que esto prometía, me regaló para reyes del año pasado un calendario en blanco para decorar como uno quisiese. Había un concurso y, si lo ganabas (obsérvese el condicional), te regalaban una cámara fotográfica Lomo. Me pareció una ocasión estupenda para coger mano con esto de las acuarelas, así que me propuse coger fotos de años anteriores del mes que tocaba, y a pintar. Allá van algunos:
Con Enero, se nota que aún no estaba del todo seguro. En ocasiones, te esmeras en hacer detallitos, y luego el conjunto no es la suma de las partes, vamos, que no queda tan bien como esperabas. Dejé mucho blanco, porque así parecía un paisaje invernal:
Luego, fui dándome cuenta de que quedaba bien hacer manchas, y luego perfilar. Para Marzo elegí una foto de un lagarto tomando el sol en el barranco de Afur:
Rosas a punto de abrirse a la entrada de casa. El cuadro mejoró mucho perfilando los nervios de las hojas de parra. La teoría es que debía hacer las hojas como las de la izquierda, pero había que pensar demasiado dónde dejar las zonas de color claro. En ese caso estaba bastante claro por dónde hacerlo, pero en las otras no tanto:
Racimo de uvas verdes:
Espiga de trigo chupando
Racimo de uvas maduras:
Y Septiembre, que no quedó mal:
Cuando termino de pintar, suele sobrar pintura. Aquí pueden pasar dos cosas: Que se quede por ahí, y que se seque, tal que así:
Lo último que he hecho ha sido para echarnos las risas con un colega que es una mezcla de Batman (no Bruce Wayne, para eso hace falta ser millonario) y Vimes, de la Guardia de Ankh-Morpork.
Un día, relatando a unos colegas alguna de sus hazañas, me vino a la cabeza una mezcla de la BatSeñal y la inicial de su nick. Como en ese momento estaba fregando los platos, lo dibujé con el dedo mojado sobre la encimera. Viendo que prometía, me sequé las manos, y lo hice a lápiz:
Posteriormente, queríamos hacerle un regalo, y como él es de Bilbao, compusimos entre mi mujer y yo una vista de la ría en la que integrarla: