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Pirograbados: mis obras completas

Publicado por Trablete a las 19:18 en , ,
Hará cosa de un año, me cayó por reyes un pirograbador. Es un aparatejo que sirve para dibujar sobre la madera, quemando allá por donde pasa (igualito que una horda de bárbaros, pero según tus órdenes). No fue un regalo; lo vimos en una juguetería y el precio nos pareció una ganga, comparado con lo que cuesta uno de verdad:


Con este adminículo, te pirograbaré.

Llegamos a casa de las vacaciones de navidad. Sacamos la caja, tiramos los envoltorios y, acto seguido, me puse a buscar una superficie apta para probar el juguetito. Y el ganador fue un posavasos de madera de los que me había hecho mi hermano a sierra mecánica:

Motivo chorra para ver cómo iba el aparato.

No era la primera vez que pirogrababa. En el colegio, a los ocho años, una de las manualidades fue, aparte de troquelar cuero, hacer macramé o raspar la parte trasera de un espejo, la de hacer pirograbado. Y aparecí por casa con un cuadro de Pierrot sentado sobre una luna. Hoy me da que pensar, entre otras cosas, que:

  1. quizá el dibujo era el menos malo de los disponibles para la tarea
  2. en la clase había una pasta en concepto de pirograbadores
Después de la prueba inicial, se quedó arrimado alguna semana, hasta que llegó el estímulo necesario para arrancar en serio, y ver lo que se podía hacer con esto. Había por casa una caja de galletas que me había regalado entre otras cosas, una amiga en concepto de ayuda informática:

Gracias, Galletas Birba.

Así que cogí la tapa de madera de un Mikado que teníamos por casa, y exploré las capacidades del aparatejo:

Esto marcha.

Hay un límite para el grosor mínino que puedes lograr y, con cuidado, puedes hasta currarte distintas tonalidades de marrón. Al final queda algo bastante resultón. Que quede claro: a poco que sepas dibujar,esto no hace más que realzar tu trabajo. Es como haberte puesto un plug-in.

Con esto del pirograbado en las manos, tuve un época de producción de regalos económicos:


Esto es una vista de la iglesia de La Concepción, en San Cristóbal de La Laguna (ver). Esta vez hice sombras.

Lo siguiente que hice fue otra caja, esta vez con diseño celta, y con los consejos de mi mujer, que se le da bien diseñar estas cosas:



Me curré que el encuentro de las cadenetas coincidiera perfectamente en las esquinas. Esto es posible gracias a una planificación previa. Se dibuja a lápiz y luego, a quemar se ha dicho. Qué creían, ¿que hacía los dibujos como El Coyote cuando pintaba de un solo brochazo un túnel en una pared?
La caja se terminaba con unas piedras sobre ellas (la caja era para guardar precisamente piedras), y éste fue el resultado:


La tercera cosa que pirograbé fue otra caja, esta vez para guardar los dados de rol de nuestro informático particular. Se puede regalar una caja a un tío (hetero) y quedar bien:


En este caso, fue imposible hacer el interior a lápiz con todos los detalles. Fui valiente, e hice los recovecos y agujeros in situ:


Quien juegue a Warhammer sabrá reconocer el símbolo y, quien no, verá algo pseudoespantoso, a lo H. R. Giger, con cierto grado de tripofobia.

Volvamos al pasado. De pequeño, mi padre me enseñó a hacer un silbato con una pipa de albaricoque. Se raspa un lateral hasta lograr un agujero. Lo raspaba contra el muro de la azotea, caminando a su lado y, en un par de idas y venidas, lo tenía listo. Es mucho menos cansado que rasparlo contra algo, a fuerza de brazo. Se saca la semilla con un clavo o similar, y ya tienes un pito capaz de hacer pitar los oídos.

En un pasado mucho más cercano, me encuentro en casa con albaricoques, y, como hay cosas que no se pagan con dinero, hice un pito de éstos, y lo decoré para el hijo de una amiga:


Poco después, viajó hacia la península otro pito de éstos con onomatopeya incluida (por el otro lado puse "to"):


Y finalmente, llegamos a lo último que he hecho, anoche para ser exactos. Esto es para consumo propio, para que mi mujer guarde sus piedras. De nuevo ha sido ella la que ha elegido el diseño:


En un momento dado, ya pirograbando, me comentó que le olía a salchichas. (esto habla por sí solo del tipo de salchichas que se compran en casa). Para hacer esta caja, tuve la idea de calcar de alguna manera el dibujo, y menos mal. Que estas cosas queden regulares es un poco complicado.


 Y quien piense que ya puedo empezar a enriquecerme vendiendo cajas, está equivocado. Para esta última, se me ocurrió contar el tiempo que tardé en ejecutar la caja, sin contar la búsqueda y retocado del dibujo o la planificación previa, que fue bastante. Fueron dos horas de lápiz y tres de quemado, así que todo esto queda relegado al amor al arte.

9 Comments


Menudo pulso que tienes Trablete. Estás hecho un artista. ;)


Yo quiero un pito de melocoton!!!! Me encanta!!!


Albaricoque, que se me ha ido la pinza... ha sido escribir el comentario y pensar: "Para mí que era otra fruta...".


Heyyyyyyyyyyy ese es mi Dani!!! Gracias Trablete, fue un detallazo y es precioso!!!


Gracias a todos.

A Miko: lo del pito está hecho.


Pablo, es espectacular! Eres un artista!


Y no se lo dije a mi madre XD


mmm, yo tengo aquí una mesa que puedes pirograbar cuando quieras....


Bueno, tendremos que coincidir en espacio y tiempo... Cuando se dé el caso, encantado.

Mi Propio Pastito Interior