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Bacterias
Desde hace tiempo, tengo una relación especial con las bacterias.
Todo empezó allá por segundo de carrera, cuando me explicaron el funcionamiento de una fosa séptica, lo que la gente denomina comúnmente pozo negro. Esta solución es necesaria allá donde no llega el alcantarillado público. Como está un poco feo verter las aguas en la parcela del vecino, se prevé un hueco en cimentación (cuando utilizamos el 100% de la parcela) donde colocar la fosa séptica y el pozo absorbente. En mi primer trabajo, las chicas de administración veian esto de "vivir sobre tu propia mierda" como una guarrada.
La fosa séptica consta de dos cámaras principales, en las que las aguas del edificio reposan y se degradan para ser vertidas al pozo absorbente (éste es en realidad el pozo negro):
En la primera cámara hay bacterias anaerobias, y en la segunda, aerobias. Cada una descompone, a su manera, tu materia fecal. Pues bien. Un día, después de haber comido chino, estaba tirando la salsa sobrante por el fregadero, y pensé que, en esta situación, seguro que las bacterias agradecerían esta salsa de chino u otra cosa rica que tirásemos por el desagüe. Ya me imaginaba yo a las bacterias alegres cuando llegase algo rico hasta ellas:
Dramatización de la algarabía de las bacterias.
Hace tiempo, en la Noche temática de la 2, hablaron de bacterias beneficiosas. En un momento, dijeron que habían grabado el sonido que hacía una colonia de bacterias. No decían yuju ni nada de eso, pero era bastante agudo, eso sí.
Las bacterias son unos seres entrañables, a menudo olvidadas fuera de las profesiones ligadas a ellas. El otro día, viendo Edición anterior, una mujer obligada por su novio a hacer entregas de cocaína, decide acabar con todo y tira la droga por el desagüe. Seguro que fui el único que exclamó en ese momento "las bacterias van a tener fiesta esta noche..."
Claro, como casi ninguna se ve a simple vista, no las tenemos en cuenta. La siguiente imagen ilustra una idea para arrastrar una carreta con bacterias.
Para ver en grande (y apreciar los detalles), pincha aquí
Harían falta muchas más, por supuesto. Nuestro biólogo particular nos aclaró que sería un poco imposible, ya que habría que atraerlas (o repelerlas) con algo. Además, se olvidan de hacia dónde se mueven, y el asfalto no se parece mucho al agar-agar. Pero, ¿y lo desconcertante que sería verla moverse sin nada que tirase?